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Testua eta argazkiak: Maore Ruiz.

Cuando empieza a llegar el frío, los abrigos, los refugios y las luces de la calle cobran una luminosidad mayor. Tras esta dulce sensación invernal notamos el final del año, y nos vienen a la memoria un montón de momentos: el fuego bajo, las comidas y las cenas familiares, sabrosas recetas, los polvorones, el turrón, etc. ¡ES LA NAVIDAD! Echamos la vista atrás y parece que hace apenas unas semanas que se fue el verano, recordando aún el olor a los talos de San Blas. En esta época del año todo se ve con buenos ojos, y es importante hacer las cosas con detalle. Es el momento para reforzar el imaginario de la familia idílica y espléndida.

En lo que respecta a la comida, este mismo patrón se repite en la mayoría de las ciudades Europeas. Aunque, claro está, las recetas de cada país varían, el contexto de la nostalgia se vive en todos por igual. Por diversas razones, la costumbre más extendida en todos los países es elaborar recetas fuera de lo común. Antiguamente, dichas recetas eran platos que se consumían con más frecuencia, ya que se disponía de más tiempo, se conservaba mayor sabiduría al respecto y no era tan difícil conseguir los ingredientes (hoy en día se puede conseguir de todo, pero la dificultad es económica). Actualmente, dichos platos son el reflejo nostálgico de nuestros antepasados, de quienes fueron el pilar de nuestra cultura gastronómica. Seguro que se os ocurren muchos ejemplos: kokotxas al pil-pil, croquetas, caracoles, angulas, pimientos rellenos, etc.

Hoy os he traído un plato tradicional para los más atrevidos. Las otras dos recetas son para quienes disfrutan cocinando, ya que los mayores (sobre todo las mujeres) agradecerán vuestra participación, aunque sea un bocado de aperitivo o un dulce para tomar con el café.

TOSTADA DE CEBOLLA

Ingredientes:

  • 250 g de cebollas pequeñas o chalotas

  • 1  Cabeza de ajo

  • 125 g de mantequilla

  • Tomillo

  • Romero

  • 100 g queso curado

  • 1 pan de masa madre

    t

Elaboración:

  1. Pelar las cebollas y cortarlas por la mitad longitudinalmente
  2. Cortar la cabeza de ajo transversalmente.
  3. En una cazuela poner la mantequilla, el ajo boca abajo, las cebollas y las hierbas frescas.
  4. Tapar la cazuela y dejarla a fuego lento entre 30 y 40 minutos. (Vigilarla de vez en cuando).
  5. Estrujar el ajo y sacar la pulpa.
  6. Cortar el pan en rebanadas y tostar.

¿Cómo presentarlo?

  1. Untar la pasta de ajo en el pan.
  2. Añadir la cebolla templada.
  3. Espolvorear el queso rallado.
  4. Añadir unas hojas de romero fresco, o cualquier otra hierba.

CARACOLES EN SALSA

Esta receta puede resultar muy laboriosa. Para realizarla de cabo a rabo necesitamos días y horas. Hay multitud de teorías y formas de elaborarla, pero hay unos pasos que son indiscutibles. Para comenzar, cuando escampe después de algún día de lluvia, cálzate las botas, sal de la ciudad y ponte a mirar por los bordes de los caminos. Comprobarás cómo han empezado a moverse los caracoles. Una vez en casa, algunas personas los colocan en una especie de viveros, con una alimentación especial, para que se limpien bien antes de ser cocinados. En esta receta, vamos evitar todos esos pasos. Actualmente hay muchos establecimientos en los que resulta bastante fácil adquirir caracoles cocidos en conserva. Los utilizaremos para elaborar esta receta. En particular, esta receta es de la abuela de mi tío, Joaquina (Marcilla de Campos, Palencia).

Con los caracoles cocidos, los siguientes pasos son bastante fáciles:

Ingredientes:

  • 2 kg de caracoles en conserva

  • 200  g de chorizo

  • 200 g de jamón en una pieza.

  • Cebolla blanca

  • 1 rama de perejil

  • 1`5 Cabeza de ajo

  • 4 Huevos

  • Caldo

  • Aceite

  • Sal

Elaboración:

  1. Picar la cebolla y añadirla en una cazuela plana con un buen chorro de aceite. Cocinarlo lentamente hasta que se le cambie el color.
  2. Cortar el jamón y el chorizo en pequeños tacos, y añadirlos a la cazuela junto con la cebolla. Remover de vez en cuando, hasta que suelten toda la grasa.
  3. Colar los caracoles y añadirlos a la cazuela. Remover un par de veces. Reservar el caldo.
  4. Mientras realizamos los pasos anteriores, coceremos los huevos.
  5. Pelar los huevos y separar la clara de la yema.
  6. Picar el perejil, el ajo y la yema en el mortero. También se puede utilizar la batidora eléctrica para realizar ese paso.
  7. A la mezcla anterior le añadimos el caldo del bote de caracoles y lo mezclaremos bien, hasta conseguir una salsa.
  8. Una vez conseguida, la añadimos a la cazuela. La salsa debe cubrir los caracoles casi por completo; si veis que necesitáis más caldo, añadirlo sin problema. Si no tenéis más caldo de caracol, podéis utilizar cualquier otro buen caldo.
  9. Poner la cazuela a fuego lento durante 20 minutos, para que se integren todos los ingredientes y se cocine bien la salsa.

¿Cómo presentarlo?

  1. Picar la clara de huevo y añadirlo por encima.
  2. También se puede añadir un poco de perejil.

PUDIN DE CROISSANT

En esta ocasión, en vez de hacer torrijas de pan, haremos un pudin con croissants secos. Puede ser una receta excelente para cualquier época del año, pero en estas fechas nos va a resultar más fácil conseguir los croissants. En Navidad, las panaderías y pastelerías suelen estar a tope, y muchas veces les sobra bastante género. Para conseguirlo tenéis dos formas: Utilizar las plataformas del tipo de To Good To Go, o acudir a una pastelería de confianza y pedirles que os guarden las sobras del día. Nosotros vamos a utilizar croissants de la panadería Panarra, pero cualquier tipo de croissant es válido. Este pudin es muy apropiado para degustarlo con un café en la sobremesa.

Ingredientes:

  • 8 Croissants secos

  • 250 ml Nata

  • 250 ml Leche

  • 130 g azúcar (de cualquier tipo)

  • 4 Huevos

  • 2 Clavos

  • 1⁄2 Canela

  • 2 un. Cardamomo

Elaboración:

  1. En una cazuela ponemos a hervir la leche, la nata y las especias. (Las especias la podéis elegir al gusto).
  2. Dividir el croissant en 3 o 4 partes.
  3. Colocar los croissants partidos en un molde rectangular.
  4. En un recipiente añadiremos los huevos y el azúcar y los mezclaremos bien con una varilla.
  5. Cuando la leche haya hervido, lo dejaremos reposar con el fuego apagado, retiramos las especias y añadimos los huevos. Remover.
  6. Añadiremos esta mezcla encima de los croissants colocados en el molde.
  7. Horneamos durante 25 minutos a 180 grados. Para comprobar si está en su punto, introducimos un cuchillo y si la hoja sale limpia, ya lo tenemos. (Debido a los diferentes tipos de horno, el tiempo de horneado puede variar).

¿Cómo presentarlo?

  1. Le viene muy bien la mermelada de naranja, o cualquier otra.
  2. También es una buena opción acompañarlo con helado.
  3. Ideal para tomarlo con el café en la sobremesa.